Dentro de la variedad de herramientas tradicionales que utiliza un petaquero, hoy destacamos como nuestra Pieza del Mes a la espátula, y concretamente una hecha de la costilla de un animal.
Sirve como perfecto ejemplo para poner en valor el reciclado y aprovechamiento de los recursos, para conseguir "hacer de donde no hay" y obtener una herramienta de un material que no es el habitual. Sabemos que desde tiempos prehistóricos ya se utilizaban huesos como materia prima para elaborar herramientas y utensilios variados, tallándose para servir como punzones, agujas, cuchillos, pendientes, anillos o instrumentos musicales. En el caso que nos ocupa, esta espátula sirve en la marroquinería ubriqueña para hacer los diferentes tipos de enfreno, pegado, echar algunos tipos de estecas o en general todas aquellas faenas a las que se le pueda dar una aplicación. En las fotografías que aportamos podemos observar la forma arqueada que tiene como reflejo de la morfología original del hueso del que procede, y el desgaste por el uso, que le ha aportado una suerte de bruñido o "lujado". Los extremos terminan en una punta que también puede cumplir funciones diversas. No queremos olvidarnos de otras espátulas de marroquinería realizadas en diferentes metales o materiales como la madera, que son seguramente las más conocidas, aunque en este mes de diciembre de 2015 queremos destacar ésta por lo singular del material empleado en su fabricación, que es menos habitual entre las herramientas de los petaqueros.
Esta pieza pertenece a los fondos del Museo y está catalogada con el número 554, página 71, libro 1, foto 8. [Fotos: Paco Solano]
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