Alfonso Martínez Gómez nos hizo entrega de su patacabra, que ya cuelga a
la entrada del museo, con motivo de su jubilación. Su trayectoria profesional como petaquero comienza a los diez
años en la empresa de Antonio Ordóñez Olmedo, donde permaneció hasta cumplir los veinte años, momento en el que
marchó para cumplir el servicio militar. Cuando vuelve se incorpora a
la cooperativa USCI, entre los años 1960 y 1992. Después, se marcha a la
fábrica de Manolo Martínez Delgado, y sus tres últimos años trabaja en la fábrica
de Carla Sade, donde se jubiló. [Fotos: Paco Solano]
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