Como se puede apreciar en las imágenes, los
signos que
Agüera nos anunciaba en la inauguración que irían surgiendo de sus lienzos en blanco ya comienzan a hacer acto de presencia. Continúan las manchas de color, ampliando el espectro cromático de la obra, que poco a poco va tomando cuerpo y empieza a destacar entre la blancura generalizada del Claustro del Convento de Capuchinos, diferenciándose así de los 19 lienzos restantes, que llegado el momento también se irán transformando. Agüera en pleno proceso creativo, la pintura en acción, vivida en directo, día tras día, en la sede del Museo de la Piel. [Fotos: Paco Solano]
No hay comentarios:
Publicar un comentario