Hemos recibido las Patacabras Jubiladas de Rosario Menacho Palma, que venía acompañada por sus nietos Rubén y Sofía y su hija Jénifer. Estas dos patacabras se las hizo su marido Miguel, carpintero de profesión. Cada una tenía un uso diferente, dado que una la utilizaba para la pequeña marroquinería y la otra para estuchería. La curiosidad de la número 234 es que se puede ver cómo en la parte delantera está marcada por el uso que le daba al pegar las tiras de cabeza.
Recibimos esta donación por iniciativa de sus nietos, que en una de sus visitas al Museo contemplaron las que tenemos a la entrada y decidieron que las de su abuela también formaran parte de nuestro bosque de patacabras. Constan en nuestro registro con los números 233 y 234.
Muchas gracias a Rosario y su familia. Seguiremos recibiendo las de todos los petaqueros que quieran donar sus Patacabras Jubiladas.
[Fotos: Paco Solano]
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