miércoles, 28 de enero de 2015

Patacabras Jubiladas: José María Puerto Caro y Manuel Ramírez Sánchez

De izquierda a derecha, José María Puerto, Maribel Lobato y Manuel Ramírez.

Hemos recibido dos nuevas Patacabras Jubiladas. Se trata de las de José María Puerto Caro y Manuel Ramírez Sánchez.

Jose María Puerto nació el 21 de septiembre de 1951 en Benaocaz (Cádiz). Sus comienzos en el mundo de la piel fueron a los nueve años de edad en la zapatería del Señor José, en su pueblo natal, y de allí pasó a la primera fábrica de artículos de piel que pusieron en Benaocaz, montada por el Señor Cortes, que más tarde pasaría a la titularidad de los hermanos José y Serafín Orellana Mateos. Recuerda cómo en su infancia aprendió a coser los monederos de tacón que se hacían de repujado y  flexol a dos tonos de hilo. Los utensilios que se empleaban para este menester de la costura eran las tablillas, y hacía estos trabajos para las fábricas de Pepe Corrales, Santa María y Cristóbal Ambrosio. En 1968 se traslada a Ubrique. En la calle de los Morales estaba la fábrica de Diego Carrasco Hidalgo, donde entra a formar parte de su plantilla. Allí estaría durante diez años, y aprendió el oficio alcanzando la categoría de oficial, tocando todas las secciones de piezas chicas, bolsos y estuchería. Más tarde entraría en la empresa de Antonio Morales Marín, en la calle Perdón, y permanecería en esta empresa durante veinticinco años. Termina su periplo profesional en la empresa de Manuel Galván Salas. Anecdóticamente nos cuenta la novatada o "espabilaera" del molde de los cuatro picos. El molde del monedero de tacón tenía todos los picos redondeados, pero a los aprendices se les pedía "el de cuatro picos", y acto seguido iban por las mesas preguntando por él, sin obtener resultado hasta que se daban cuenta de la broma. Su patacabra estará en nuestro registro con el número 96.
 
Manuel Ramírez nació en Ubrique, en la calle Palma, el 11 de febrero de 1945. A los nueve años entra en la fábrica de Juan Rubio y Peña, y permanece en esta empresa hasta los dieciséis, haciéndose oficial de la mano de Juan Rubio, al que recuerda como un gran oficial por su gran destreza y perfeccionamiento en el domiio de todas las herramientas y manufactura de artículos. Se va a la  fábrica de Diego Chaves Clavijo, donde está entre 32 y 33 años. Por último, estuvo en la fábrica de Hernández Medinilla durante dos años. Nos recuerda cómo en su infancia, cuando hacia los "mandaos", llevaba su "bilbaína" (boina) y cómo lo mandaban a que siguiera a los inspectores de trabajo, concretamente al Señor Conejo, y en una de las persecuciones el inspector se dio cuenta y le dijo que se fuese para la fábrica y le comunicara a su jefe que iba de camino. Su patacabra está en nuestro registro con el numero 97. [Fotos: Paco Solano]




1 comentario:

Yo dijo...

D.Manuel Ramírez Sánchez


Que escueto comentario cuando estuvo en la empresa Diego Chaves Clavijo.............para 33 años en dicha empresa,mal no le habría ido

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